miércoles, 21 de noviembre de 2007

Fito: "Me casaría con mi banda de blanco y por la iglesia"

Ajeno a la crisis discográfica, este músico vasco (bilbao, 1966) ha logrado con sus Fitipaldis vender más de 250.000 copias de su último disco, ‘por la boca vive el pez’. Mañana regresa a Gran Canaria tras el concierto del pasado mes de marzo, en el que reunió a 25.000 personas en Infecar.

—La gira Por la boca vive el pez finalizará en diciembre después de más de 100 conciertos. Entendemos que estará usted cansado...

— Pues no es esa la sensación, al revés. Ha sido, es, una gira muy intensa, pero también la más fácil que he hecho hasta ahora por su planteamiento. Ha sido autogestionada por la oficina y la hemos podido hacer como un traje a medida, así que después de casi 100 conciertos no me siento cansado, sería lo más fácil decir que sí, pero no sería verdad. Es cierto que hay que acabarla, porque después de un año en la carretera tocar hacer otras cosas, de uno mismo, de padre, de compositor...

—El éxito de la gira (ha firmado llenos en casi todos los conciertos) y del disco (más de 250.000 copias vendidas) demuestra que el rock and roll es un buen negocio.

— Cierto, haciendo las cosas bien y no dejando que te engañen, claro. Aunque para llegar hasta aquí te tienen que engañar mucho. Pero es muy gratificante ver que se pueden hacer grandes giras llenando en todos lados con una banda de aquí, que no es inglesa o americana, y con un excelente nivel.

—Uno de los secretos de su éxito es precisamente la banda que le acompaña, una máquina perfectamente engrasada y que suena a gloria.

— Estoy de acuerdo, me casaría con todos ellos por la iglesia y de blanco. Además de excelentes músicos son grandes amigos. Me da pena que se termine la gira porque dejaremos de vernos.

—Volviendo un poco al tema del éxito que vive, ¿cuál es la fórmula secreta para gustar a todo el mundo?

— No lo sé, de verdad. A mí también me pasa como consumidor de música, a veces elijo una canción que me engancha en la primera escucha y no sabría decirte porqué. De repente estás en otra cosa, oyes un grupo en la tele y levantas la mirada y pones atención. Lo principal es que me apasione una canción cuando la canto. Si no te apasiona, difícilmente podrás apasionar a nadie.

—En sus canciones se refiere en múltiples ocasiones a la magia de encontrar la melodía y también al temor de perderla, de que se le escape un día por la ventana. ¿Vive con ese temor?

— Constantemente, temo quedarme vacío y no saber adónde dirigirme. Creo que es algo común en todos los que hacemos música, posiblemente haya gente con más facilidad que otros para componer, conozco gente capaz de hacer cien canciones como si nada. Yo siempre que hago un disco creo que es el último de mi vida. Me cuesta mucho trabajo hacer un disco, componer, grabar, diseñar la portada... No me siento capaz de hacer nada después. Tiene que pasar tiempo, un año de paseos por el monte, hasta que se me olvida todo, las giras, los conciertos... Entonces me siento de nuevo con ganas de componer.

—Su música suena al rock que se escuchaba a finales de los 70, a la Steve Miller Band, Dire Straits, algunas referencias españolas como Alarma. Un rock que a priori resulta fácil para el oyente, cercano...

— Sí, mi música no es compleja, me apasiona la sencillez. Y ojalá que suene como esos grupos que mencionas. Todo lo que hago ya lo he escuchado antes, lo han hecho otros. Lo que trato de hacer con ello es comunicarme con la gente, no hago discos conceptuales, mi mayor reto es ese, la sencillez, no música para cuatro entendidos. La música es comunicarse con la gente.

—Una sencillez que no deja de ser compleja. En un mercado que busca hits o éxitos perecederos, no parece que encajen temas de más de 5 minutos, con largos solos de guitarra o saxo. Sus temas, para lanzarlos como singles son atípicos...

— Sí que son atípicos, pero yo soy así, y no sé otra forma de hacer canciones. Uno no puede ponerse a componer pensando en si va a gustar o no.

—El final de la gira coincide también con la salida al mercado de una edición para coleccionistas del disco Por la boca vive el pez.

— Sí, la compañía quería aprovechar que llegan las navidades para editar esta cajita, muy bien presentada con un DVD. A mí me sacan de apuros para regalar en navidad, de verdad. El otro día me compré la que acaba de salir de AC/DC, soy un fanático de este grupo.

—También incluye dos versiones, La negra flor de Radio Futura y Callejón sin salida, de Barricada.

— Son las que grabamos para los discos de tributo que se hicieron y consideramos oportuno meterlas en nuestra discografía.

—Falta la versión que grabó con Ariel Rot de Baile de ilusiones del disco Dúos, tríos y otras perversiones.

— Pues tienes razón, además ese tema nos quedó muy bien. Le salió un muy buen trabajo a Ariel y eso que ese tipo de discos, grabados con mucha gente, no siempre encajan. Además tiene una edición de lujo (Etiqueta Negra) impresionante.

0 comentarios:

Text Widget

Text Widget

::Haz clck en ZAP! para iniciar la radio::