Boikot enciende las calderas

La actuación de uno de los grupos más esperados en el Piorno Rock, Boikot, encendió las calderas en el Pabellón de Pinos Puente. La noche fría, casi helada, se transformó en cálida en el Pabellón de San Pascual cuando el grupo madrileño hizo su aparición en el escenario. Pese a sus veinte años subidos sobre un escenario, Alberto Pla y compañía volvieron a estar a la altura de las circunstancias y no defraudaron a sus fieles, ansiosos por escucharlos en esta decimotercera edición del festival. Centrados en un repaso a su discografía, Boikot pusieron la guinda a un festival que cada año va a más.
Aunque les tocó abrir el festival, los locales Los Cangrejos estuvieron muy por encima de sus posibilidades y demostraron que se habían ganado su puesto en el cartel, aunque su temprana hora de actuación hizo que la mayoría se perdiera al grupo pinero sobre el escenario.
Después vino el turno para los madrileños Hirurko, que pusieron el punk rock más fresco del festival con los característicos saxo y trompeta de sus componentes. Josu Distorsión y Los del Puente Romano tampoco dejaron pasar su oportunidad en el Piorno y estuvieron muy a la altura de las circunstancias. Con un apoyo social cada vez más arraigado, los Envidia Kotxina atrajeron a sus seguidores más fieles hasta las inmediaciones del Piorno Rock.
Pero uno de los momentos álgidos se vivió con la llegada al escenario de los míticos Sham 69, el único grupo extranjero incluido en el cartel de este año. Insaciables tras más de treinta años como grupo, Jimmy Pursey y su grupo empezaron a caldear el ambiente, y eso pese a la mucha música que aún estaba por llegar.
Habeas Corpus centraron su actuación en el disco lanzado hace poco más de un año: K-Industria. Reivindicativos y lanzados, el público también se dejó llevar por el grupo madrileño. También centraron su actuación en el último disco que tienen en el mercado los Segismundo Toxicómano, que a los diez años desde su fundación, demostraron estar en un buen momento de su carrera musical. La madurez ya no es una utopía para ellos, y donde mejor lo demuestran es cuando saltan a las tablas.
Boikot fueron los 'culpables' de dejar sin espacio la pista del Pabellón, a rebosar por los seguidores, que se dejaron llevar entre saltos y cánticos de los madrileños. La organización supo prever la afluencia y por ello se resguardó a tres de los grupos más esperados para el final. A los Boikot les siguieron los navarros Piperrak, con un enloquecido Josetxu que supo darle al público lo que estaba exigiendo: más emociones fuertes.
El colofón final llegó de la mano de Los Muertos de Cristo. La peculiar, inconfundible e inseparable máscara de pintura de Lorenzo Noi se hizo notar a tenor de la revolución que dejaron a su paso por el escenario. Disfrazados de milicianos, los sevillanos dejaron buen sabor de boca en el cierre del festival.
El Piorno Rock, festival pionero de música heavy y rock en la provincia volvió a no defraudar a sus fieles, que ya forman parroquia y que quedaron oficialmente emplazados para la decimocuarta edición del festival.

Fuente: http://www.diariogranadahoy.com/